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ROSTROS FACIALES EN DISPLAYS DE ROBOTS
Sobre el uso de rostros en pantalla para robots se han desarrollado diversas que arrojan algunos puntos interesantes. De acuerdo con la teoría del Valle Inquietante, las personas tienden a sentir una reacción negativa frente a robots con apariencia extremadamente humana.

Figura 2: El robot Xiaodan de Xiaomi.
Fuente: [12].
Este termino fue acuñado por Masahiro Miro en 1970 y establece que cuando un robot tiene apariencia humana, se convierte emocionalmente más atractivo para un observador humano, sin embargo, cuando es extremadamente humano, la experiencia suele ser menos cómoda. He aquí el Valle inquietante, que se encuentra en el punto de transicción entre robots con apariencia humana y robots humanoides realistas. La figura 3 ilustra cómo se va dando esta relación a medida que aumenta la similitud con los humanos.

Figura 3: Respuesta emocional a la similitud humana de los robots.
Fuente: [13].
El punto importante es, entonces, crear un robot que sea humano, pero sin llegar a “inquietar” a los usuarios. Según financiado por la universidad de Auckland, los robots con caras parecidas a las humanas en sus displays son percibidos con más inteligencia y personalidad. En este estudio se utilizo un robot para medir la presión sanguínea de un grupo de pacientes. Se utilizaron tres tipos diferentes de rostros en los robots: rostro humano, rostro humano plateado y sin rostro. En la figura 4 se pueden ver los dos rostros que se usaron en el estudio. Los participantes calificaron a los robots con rostros humanos como más inteligentes y con mayor personalidad, además de sentirse más cómodos con ellos. La figura 5 resume los resultados del experimento.

Figura 4: rostros usados en el estudio.
Fuente: [14].

Se puede concluir del estudio que los robots con rostros humanlike son percibidos como más inteligentes y sociables que los robots sin rostros, y como más amigables que los robots con rostro no humano o sin rostro. Queda claro pues, que los desarrolladores de robots deben ser conscientes de que el rostro que se emplee en la pantalla de un robot afectará la experiencia del usuario [14].
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